Mario Orozco llegó a nuestra ciudad el 20 de abril de 2019 acompañado de su esposa Gisela Canciani y su hijo Noah desde Argentina, con una maleta de 30 kilos y con la ilusión de buscar una nueva vida. Dejó atrás su país, que vive momentos complicados. Nieto de descendientes vascos, había dedicado su vida al mundo de la hostelería, y aquí quería ganarse la vida en el mismo sector. Tenía unas excelentes referencias de San Sebastián y aquí se instaló. Con sus ahorros alquiló un bar en la calle Pablo Sarasate 31 de Riberas de Loiola. Allí con su trabajo y el de su esposa consiguió ganarse la confianza y el aprecio de los vecinos. No contento con el éxito de su negocio decidió acercarse al centro de la ciudad. Buscó y rebuscó locales y finalmente se decidió por la esquina de la calle Hondarribia nº 23, antes una farmacia, un amplio local de dos plantas. Se puso en manos del arquitecto irunés David Sogo. Entre ambos diseñaron un bar restaurante. Proyectos, licencias, cuatro meses de duro trabajo y finalmente Patagonia vio la luz. En la planta a calle cuenta con la barra, varias mesas y un ascensor, que da acceso a la planta sótano donde está ubicada la cocina, que permite a los clientes ver el trabajo del equipo de chefs con experiencia, alguno de ellos por haber trabajado en un restaurante estrellas Michelín. También esta planta sótano, cuenta con mesas más grandes para grupos. Una amplia terraza completa el espacio para clientes. La decoración recuerda a paisajes de la pampa argentina. Luce de nuevo la piedra original del edifico descubierta en las paredes. Han participado también en la obra los ingenieros donostiarras Jorge Arbella y José María Cid, sobrino de Ramón Cid, el gran atleta y entrenador. Para los trámites legales y otros labores ha contado con la colaboración de los abogados Pablo Jiménez y Ramiro Alvarez. La oferta culinaria es amplia, destacando el asado argentino hecho a la parrilla con estilo vasco. Más carnes de otros tipos, tabla de picada, ensaladas, raciones, carta de combinados, carta gourmet, pintxos argentinos y de aquí además de postres típicos y una amplia oferta de vinos. En la cocina triunfan los chefs de categoría internacional, y Miguel Canciain, suegro de Mario Orozco, que da el toque argentino a los platos.